martes, 4 de enero de 2011

...

17/06/10

He estado un tiempo pensandote como queria pensarte. Inventandote. Ahora te veo, y me decepciono. Supongo que en realidad no encontré algo tan valioso. No se si existe algo tan valioso. Estaba bien creer que era una verdad, pero ahora se que era una mentira más. Una mentira mia, bonita, pero solo eso. ¿Existirá? No lo sé, pero la esperanza ahora es menor.

Me gustaba pensarte mejor. Perfecta. Pero ya no puedo. Has hecho méritos para ello. Y me ha resultado liberador, eso seguro. Pero desesperanzador, también.

Ahora al pensarte siento decepción. Y es un antídoto, pero no tiene buen sabor. Me parece más romántico, casi mejor morir por un veneno amado que de simple inanición.

No me gustaría llegar a repudiarte, como me suele pasar.

Hubiera sido mejor girar la cabeza a otro lado desde el primer momento, como bien decidí hace tiempo, y como mal no me hice caso, como siempre hago.

No sé. Es una lástima realmente. Pensarte me produce decepción, y es muy feo. Ya no me gusta. Quizá sea necesario. Supongo, que ahora sí, puedo empezar a pensar en dejar de pensarte. Quizá haya llegado el momento, ahora, que realmente quiero hacerlo. Y por una parte me alegro. Quizá te haya usado como excusa demasiado tiempo. Era facil. Ahora tendré que enfrentar ese cierto vacio, y ese aburrimiento que tanto me abruma. Algo me tendré que inventar para llenarlo.

Esa idea me gusta. Mejorar. Añadir cosas nuevas. Tengo que conseguirlo. Siempre en proceso.

Decepcionado, pero poco a poco. Con fallos, sin todas las cualidades, y no de la mejor manera, pero siempre poco a poco. Se puede hacer, de sobra. Como las 4 paginas del trabajito de mañana y el examen de cristianismo para el viernes. Con calma, siempre con calma...

No hay comentarios: