lunes, 26 de abril de 2010

Vísceras

Me levanté. Apoyé mis manos sobre el mismo banco, y me levanté. Una hora antes, algo tan sencillo como levantarme de aquel simple banco, se me antojaba imposible, me parecía ridículo. Una hora antes, cuando el mundo se me había echado encima, creía que moriría ahí. Creía que no sería capaz de soportar la vergüenza y el dolor que me supondría el levantar la cabeza de entre mis piernas, y abrir los ojos. Una hora antes solo existíamos ese banco, y yo. Pero eso era una hora antes.

Después, se me pasó. Simplemente me levanté de aquel banco, y comencé a andar. Al principio, mirando al frente, mirando a nada en especial. Sentía una extraña sensación de paz, de tranquilidad. Algo parecido a esa calma que siente el que no tiene nada más que perder. El que no puede sufrir más. Andaba como si me acabaran de dar una paliza de muerte, de estas que te marcan la cara y te hacen sangrar aparatosamente, y que, cuando acaban, te hacen sentir bien como pocas veces te has sentido en tu vida, cuando por fin puedes notar, en calma, el áspero y frío roce del suelo contra tu mejilla. Andaba como si hubiera acabado de sufrir la derrota mas ineludible que te puedas imaginar, ese tipo de derrota que se ríe a carcajadas de todo el esfuerzo que pusiste para intentar, ingenuamente, evitarla. Andaba sin ninguna esperanza, sin ninguna expectativa. Simplemente andaba. Y estaba bien. Podría haber andado durante horas.

Noté un par de gotas sobre mi cabeza. Era curioso, no habia reparado en lo oscuro del ambiente, en que habia dejado de hacer sol. Era irónico. Era gracioso. Comenzó a llover, pero seguí con el mismo paso tranquilo de antes. Me gustaba la lluvia. Estaba cómodo. Daba igual que pensaran los demás, ahora daba igual, no me fije ni en uno solo de ellos, al contrario de otras veces, cuando sus miradas me reprimían y me ataban. Pero ahora no. Ahora estaba cómodo.

Seguí mi camino hasta el metro. Me dejé llevar todo lo posible por las escaleras mecánicas hasta el andén, y me senté en un banco de piedra, en uno que todavia estaba vacío. Por primera vez en todo mi camino, miré a la gente. Mirar, solo eso, nada más. Simplemente mirar.

Y estaba bien. Hasta que algo amenazó mi tranquilidad. Empecé a sentir asco. Un asco profundo, un asco que aumentaba cuanto más me fijaba en él. La ropa, la postura, la música alta del movil, pero sobretodo su mirada. Me estaba mirando fijamente, amenazante, intentando intimidar, intentando infundir miedo. Me daba un asco indescriptible. Que coño se puede tener en la cabeza para ir por ahí con la única meta de infundir miedo a los demás, de interrumpir su calma, de joder, de hacer el mal, de marcar el puto territorio como si de un puto perro se tratase. En que mierda debe de estar pensando cada vez que hace algo así, en que mierda piensa cada vez que desprecia a cualquier concepto bonito de este puto mundo con su mera existencia. Me encantaría meterme en ese cubo de basura que tienen por cabeza y experimentar por unos segundos lo que les lleva a actuar de esa manera tan repugnante.

Su mirada me reventaba. En otras ocasiones, habría conseguido su propósito, pero ahora no. Hoy no. Hoy simplemente me reventaba. Yo estaba bien, ¿por que tiene que venir él a cambiar eso? No sabe con quien se mete. Algun día se topará con un loco que le tire a las vias del metro. Quizá ese loco pueda ser yo. Estaría bien. Volvería a estar bien. Tirar a ese gilipollas a las vías del metro. Le haría un favor al mundo. Me encantaría tirarle.

El gilipollas apartó la mirada, a la vez que aspiraba los mocos, haciendo un gesto de tipo duro. Menudo tipo duro de mierda. Pero que te puedes esperar de un tío que se compra las camisetas con brillantes de la sección de mujer.

Por fin, el metro llegó. Volvia a estar bien. Me quedé de pie, en el fondo, apoyado en la pared. Dos paradas más tarde, decidí sentarme en el suelo. Desde ahi, reparé en una chica. Me llamó la atención poderosamente.

Era tremendamente fea. Tendría apenas 18 años. Estaba gorda, pero gorda de verdad, de esas gordas que no dan lugar a ambigüedades a la hora de usar un adjetivo sobre su peso. Gorda, como poco. Llevaba unas gafas a medio camino entre culo de vaso y gafas de abuela que no le favorecian nada a sus ojos extremadamente pequeños y separados. Tampoco su nariz estrecha y con aspecto de estar mal acabada al final le hacía ningún favor, pero lo peor era su boca. Su boca, con dientes medio amarillos, y alargados como si de las teclas de un piano desgastado se tratasen, era lo que la mataba definitivamente. Esa boca que hacía de su cara una eterna y perpetua mueca que no inspiraba más que estupidez y fealdad a cada segundo que era observada. Si, lo peor era la boca.

Se me empezaron a revolver las tripas. Dios. Que haría yo si naciese así. Que hace nadie cuando nace así de mal. La chica se debería suicidar. Quizá reviva, y nazca con otro cuerpo, y pueda disfrutar antes de una segunda oportunidad. No sé, yo es lo que haría. Es una posibilidad remota, pero hay que intentarlo. Cuando naces así, no hay más.

Ese día me fui a la cama dándole vueltas al tema. Imáginate por un momento que naces así. Que nada más nacer ya estas muerto. Ya eres mierda. Joder, yo si fuese asi de feo, me suicidaría. O eso pensé en ese momento, mientras, simplemente, cerraba los ojos, y me dormía, solo me dormía...

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Seria un aburrimiento si no hubiese feos y chulos y tontos.
Imaginate un mundo entero de gente normal, de gente que no destaque.
Seria aburridisimo.
Lo perfecto es aburrido, y lo aburrido es mucho mas feo que lo feo en sí.

Catacrak dijo...

¿Y tu quien coño eres? ¿A que tienes que venir a joderme? ¿Que coño te pasa? ¿No eres capaz ni de poner tu puto nombre, que tienes que escribir bajo un anónimo?

Me da asco la gente como tu. Los que sueltan opiniones gratis, los que hablan por hablar, y más los que lo hacen desde la oscuridad, para no afrontar las consecuencias después. Muy bien. Dios, que asco.

Tírate por un puente si te aburres. Si, tírate por un puente. Encárgate de salir por las noticias, de que alguien lo grabe. De que te saquen por la tele. Así acabas con tu insultante estupidez, y de paso, entretienes a todas las personas que te vean por la tele, aplacando así algo de ese aburrimiento que tanto te preocupa.

Además, seria lo más grande que podrías hacer en tu vida. Hazlo. Tirate por un puente, es lo mejor que puedes hacer.

No, en serio,solo es un texto, nada más. No es algo que tenga que pensar, no es algo que crea, ni si quiera es algo que me haya pasado. Solo es un texto, no me meto con los feos, ni con los chulos, ni con la lluvia o el mal tiempo. La cosa está tan clara como que, si estos no existieran, hoy no habría escrito sobre nada.

Catacrak dijo...

PD: Por si no ha quedado claro, lo primero no iba en serio

Otro Anonimo hijo de puta dijo...

Hay que decir que los retratos costumbristas, aun siendo inventados, no se te dan mal, aun no siendo algo que suelas escribir. Y he de decir que me ha gustado el rollo ese en plan cine negro.

Aunque me gusta más lo que le has escrito al otro anonimo. Aunque luego te retractases, no sé con que proposito, espero que no con el proposito de no perder un seguidor.

Catacrak dijo...

Siempre mirando la intencionalidad y nunca el simple resultado...

Por culpa tuya y de gente como tú existe el arte moderno. Comprate un cuadro de esos de colorines que nadie entiende, le das un sentido, lo escribes en un papel, y los tres, el cuadro, el papel, y tu, os tirais por un puente también.

Otro Anonimo hijo de puta dijo...

Esta vez te ha salido un poco más forzado, pero sigue estando bien.

Por muy moderno que sea y lo que tu quieras llamarme yo y mi cuadro y mi papel pensamos que olvidarse de la intencionalidad de las cosas, es una soberana gilipoyez.

Las cosas se hacen con una intención y sin ella no se harían. Por lo tanto sin intenciones no hay resultados. Y si queremos entender los resultados mejor, es correcto mirar las intenciones para comprender mejor estos.

Catacrak dijo...

Dame una pepita de oro y seré feliz con ella, se haya creado de manera natural o haya sido producto de la cagada de un perro mágico cuyas heces son de oro.

Tampoco digo que se ignore la intencionalidad, pero nunca debe adquirir mas valor esta, que la obra, porque, eso de que "La intencion es lo que cuenta" me suele sonar mas a la otra frase esa que usan los perdedores de "Lo importante es participar". Y sin ser mentira ninguna de las dos, tampoco es conveniente adoptarlas como la gran verdad, todo lo contrario, creo yo.

La relación que haces, esa de que gracias a las intenciones, salen los resultados, no me importa. No veo que implique una relacion entre la calidad del resultado y la intención primigenia.

Pero sé que te parecía guay llevarme la contraria de manera radical, no pasa nada.

Bangtheflash dijo...

El resultado sin la intención o la idea, es un resultado vacío. Creo que sí, también es importante el resultado, pero a veces, que el resultado sea una mierda (relativamente hablando porque para gustos los colores) viene justificado por la intención. No siempre la intención es crear algo bonito. De todas formas ya te dije que para gustos los colores, y sí, hay "arte" en el que la intención se ha tomado como excusa para hacer mierdas (relativamente hablando otra vez), hay "arte" vacío, y hay "arte". Podríamos discutir esto horas asíque me cayo ya.
Y después del sermón, mi comentario:
Si no es algo que pienses ni que te haya pasado, etc etc, este me resulta soso. A no ser que tenga alguna intención que no haya captado yo bien... :)

Catacrak dijo...

"Resultado vacío".

Otro concepto inventado más, otra cosa que no existe, no me vale. Un resultado, es un resultado.

Una obra debería ser los suficientemente buena como para ser capaz de transmitir por si misma. Y por supuesto, lo que transmite, y a quien transmite, ya es algo subjetivo de cada persona. Por eso estoy en contra de la palabra "arte" en su vertiente más clasista.

Escribí esto porque quise. Me salió. Lo habría hecho más largo, con más descripción del lugar, pero pensé que mejor no. Si no te ha llegado, no hay más, mi intención no es transmitir algo con el texto y un tratado filosófico detrás que lo apoye, ni lo es tampoco que solo sepan sacar de ellos algo productivo aquellos que me conozcan desde la infancia hasta ahora, mi intención es que saquen lo que saquen, lo hagan del texto, y punto.

Asi que si te ha parecido soso, es soso, y punto :)

Harold Chasen dijo...

He leído algunas cosas de tu blog y me gustan, pero oye, creo que no deberías ser tan susceptible. En fin, comentar algo tan personal quizá sea irritante. A mí el texto (si es un ejercicio narrativo, vamos) me ha gustado y estoy de acuerdo: los resultados son resultados, las intenciones son intenciones. Kant ha hecho mucho daño con tanta tontería. Y perdona si te molestan las intromisiones, llegué aquí link-por-link xD. Un saludo.

Catacrak dijo...

Da la casualidad de que conozco a todos los anónimos aqui presentes, muy majos ellos, de ahi el tono de confianza, que pueda parecer susceptibilidad.

A mi que me digan lo que quieran, que me gusta, siempre es interesante. Aunque comentar los comentarios es agotador, creo que no me prodigaré mucho más en estas labores.

No me molesta, que va, mejor. Y si encima dices que te ha gustado algo de lo que has visto, yo, con lo banal y superficial que soy, me iré a dormir contento a la cama.
Joder, es que hasta me apoyas en el pseudodebate este que se ha montado, y ya me empezaba a sentir muy solo. Y no eres un anónimo

Creo que me he enamorado de ti.

Un saludo ;)

Otro Anonimo hijo de puta dijo...

El arte en su vertiente más clasista es crear algo bello, que sea agradable para los sentidos, que sea bello. Otra cosa es que tu uses esa otra definición de arte que consiste en despojarle de su sentido original a las cosas. Sea como sea una definición de algo subjetivo, tiene o no tiene sentido dependiendo de la experiencia vital de la persona.

Y aparte de lo obvio de que la intención es una intención, los resultados son resultados, los gatos sean gatos, y los guisantes sean guisantes. La intención es necesaria para que halla resultados, sean estos los esperados o no.

Y que sepas que no me meto contigo por creerme guay si no porque es divertido ver que te inventas, para constestar y como saltas a la minima. Incluso cuando lo que te dicen no son más que halagos a tu trabajo.

Catacrak dijo...

La vertiente clasista de la palabra arte, no del arte, hablo del significado, y no de una corriente artistica clasista.

Que la intención es necesaria nadie lo ha puesto en duda, pero eso sigue sin tener nada que ver con que la intención primera modifique el resultado final una vez este esta presente, son dos cosas diferentes, no guardan relación.

Me halaga resultarte divertido. Aun asi mejor terminar el debate sobre el arte aqui, porque no me interesa seguirlo, no es el propósito de esto aunque pueda estar interesante.

Un besito