miércoles, 21 de abril de 2010

Detrás de la puerta

Lo confieso. No he dejado de hacerlo. Siempre a escondidas, cuando nadie me ve, lo he seguido haciendo todo este tiempo. Todos y cada uno de los días de todos estos años, sin excepción.

Lo sé, es terrible. Por eso me escondo, lo oculto. Que pensarían si me vieran haciendo tal aberración. Quién se lo podría imaginar. Quién me podría comprender. Quien me podría aceptar, quién me podría no juzgar.

Nadie. Es imposible. Es de esas cosas que solo te atreves a hacer cuando tienes la certeza de que nadie te ve, cuando tienes la puerta cerrada, con el pestillo echado, y estás solo en casa. Porque de otra manera, si te pillaran, sería demasiado vergonzoso. Es algo tan deleznable, que ni siquiera lo dices en alto, porque si te lo callas, parece menos real, parece que no existe, que no ocurre, que no pasa. Solo oírlo, aunque sea de tu propia voz, te ruborizaria, y te asquearía. Pero en el silencio, en la oscuridad, se hace más llevadero, se diluye. Parece que si no lo dices, nunca ha pasado.

Y piensas, que quizás, si lo dejás ahí mucho tiempo, un día, por arte de magia, dejará de ser real de verdad. Desaparecerá. Se te olvidará. Y dejarás de hacerlo. Y dejarás de atormentarte por ello.

Pero nada más lejos de la realidad. Es como meterse completamente debajo de las sábanas cuando creemos que hay un monstruo en la habitación. Es como montar una fiesta de máscaras habiendo un asesino en serie suelto por el típico instituto americano de las pelis. Es algo como eso. Es algo ridículo. Solo que en este caso, es peor. En este caso, el monstruo, es de verdad. En este caso existe. Y, si le das la espalda, te aseguro, que te comerá.

Te lo digo por experiencia. Y si no sabes de que te estoy hablando, entonces, deberías darte la vuelta ahora mismo.

3 comentarios:

Bangtheflash dijo...

A esos monstruos no se les mata, se aprende a vivir con ellos... y debería llegar un día en el que no nos asuste mirarlos a la cara. La gente utiliza mil máscaras para esconderse de esos monstruos y me atrevería a decir que muchos han acabado fusionándose con ellas.

Anónimo dijo...

Parece que te pasas media página hablando de pajas y luego de los fantasma con los que te la solias cascar. En cualquier caso, mucho escribes ultimamente

Catacrak dijo...

Mierda Anónimo, me has pillado