jueves, 4 de marzo de 2010

Bolsa de basura

Me hace gracia la gente que se llena la boca de palabras grandes y valores fuertes, llamativos y utópicos y como los defienden a capa y espada en conversaciones intrascendentales, para luego incumplir todos y cada uno de ellos en cada misera acción que hacen en su dia a dia.

Me hace gracia como la gente se apunta sin dudarlo a grandes actos solidarios casi obligados, pregonando además, que es lo lógico y lo correcto, y como luego, es imposible atisbar el menor rasgo de solidaridad hacia los demás en el resto de pequeñas y no tan pequeñas cosas que hacen.

Me hace gracia que la gente no se dé cuenta de hasta que punto se mienten a si mismos para cumplir con la deseabilidad social existente, y cómo cuando, estos mismos, defienden, por ejemplo, que el físico no es importante, una vez terminan de hablar contigo, vuelven junto a su grupo habitual, que, cosas de la vida, suele estar formado por gente guapa.

Me hace gracia como la gente comprende y resalta la dificultad y complejidad de su vida, sus consecuencias, y los actos que resultan de éstas, y como a la vez se ven capaces de juzgarte a ti por un acto o hecho aislado que, sin duda alguna, no puede tener otra explicación que la que es evidente, claro está.

Me hace gracia la facilidad con la que la fama precede a la persona, y como los rumores, las palabras, la necesidad de ponerle un nombre a las cosas, y la rapidez para juzgar de las personas, son capaces de volver negro o blanco toda la paleta de colores de cualquier cuadro, así, de un plumazo.

Me hace gracia como gentuza que esta a cien mil metros por debajo de tus pies es capaz de ignorar su propio hedor y su propia bajeza extrema y sacar valor para mirarte con repulsión,desdén o incluso superioridad, y que jamás se den cuenta de lo tremendamente irónico y gracioso del asunto.

La gente tendria que grabarse en video. Un dia entero. Una semana. Y luego verlo. Verse. A lo mejor asi se dan cuenta de quien son, y no solo del color de sus ojos o como esta su pelo hoy. Aunque creo que aun asi seria mucho pedir.

Cuanta gente dejaria de poder mirarse en un espejo si supieran realmente quienes son y no se creyeran solo lo que quieren ser.

Gracias a Dios, la gente normalmente solo usa eso, el espejo, para conocerse. Asi por lo menos, estan a salvo.

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