martes, 9 de febrero de 2010

Agujeros de zapatillas

Las cosas se gastan de usarlas. Todas, siempre, continuamente. Pero eso no significa que dejen de cumplir su función. Acuérdate de esas zapatillas nuevas y preciosas que te compraste y que de usar tanto, tanto, acabaron sucias, mugrientas, rotas, con la suela despegada y un agujero en la punta del dedo gordo.

¿Pero las tiraste por ello? No. Seguían sirviendote para lo que servían. Las habias moldeado, eran cómodas, las conocías, habian pasado mas de 1 año junto a ti, habian huido, perseguido, corrido, saltado, tropezado, y se habian levantado siempre contigo. Te molestaba profundamente que tu madre insinuara que te obligaría a lavarlas. Con ellas no tenias que disimular, su suciedad era tu suciedad, y no habia nada que ocultar. No te avergonzaba ese agujero, porque ese agujero tenia razones e historias detras que tu y nadie más habia vivido. Ese agujero, ese vacio en medio de la zapatilla, lo habías hecho tú, le tenías un cariño especial, incluso te gustan mas con él que si estuvieran nuevas. Y las usaste hasta que tuviste que usarlas, ni más, ni menos.

Lo malo viene cuando uno cree que puede ignorar el desgaste que produce el uso sobre las cosas. Cuando uno cree que podrá jugar a ser Dios y, simplemente arreglarlas. Y poner un parche negro dentro de la zapatilla para que no se vea el calcetín asomar al andar. O echarle Superglú a la suela para que vuelva a quedar "perfecta". Pero el negro del parche no es el mismo que el de la zapatilla, y con el superglú ahora notas la suela desnivelada por la punta, y te jode un huevo y parte del otro. Y al final, tus zapatillas, ni son nuevas, ni son viejas, ni nada. Son un remiendo que estuvo destinado a fracasar desde el principio. Un simple quiero y no puedo.

Si no quieres una zapatilla vieja con agujero, te compras otra, pero pretender que el agujero no existe, es rídiculo.

PD: Esto estaba un poco en proceso, pero me fui a la calle y se me olvidó como queria escribirlo en realidad. Lo pongo, y quizá, algun dia me acordaré. Pero iba a molar mucho más, eso seguro.

1 comentario:

Bangtheflash dijo...

Destrocé de tal manera mis zapatillas que ellas solas huyeron de mi. De tanto andar descalza, se me cayeron los pies, y ya no me encaja ninguna zapatilla en los muñones.
¿Conclusión? Debí tirar las putas zapatillas antes de que mi pie se adaptara a ellas.

Me gusta la metafora :)

PD: Qué ojo tienes, creía que esta vez lo había escrito todo bien xD